
Muchos son los factores que debemos tener en cuenta para procurar el rendimiento óptimo de los trabajadores de nuestra empresa. No solo un buen salario o un período de vacaciones es fundamental, sino que los empleados deben estar rodeados por un ambiente que asegure su productividad, su comodidad y los motive a seguir desarrollando su puesto de trabajo y prosperando en sus habilidades. Por eso es fundamental saber qué es la carga de trabajo y cómo medirla para procurar los mejores resultados.
¿Qué es la carga de trabajo en una empresa?
La carga de trabajo es el grupo de requerimientos físicos y psicológicos a los que está sometido un trabajador en su jornada laboral. Aunque en los inicios de las relaciones laborales solo se hacía referencia al esfuerzo físico, ahora también se tiene en cuenta el esfuerzo mental, que incide directamente en el rendimiento del trabajador.
Carga física y mental de trabajo
Entendiendo que la carga puede ser carga física y mental, la carga física es la que hace referencia a los esfuerzos en los que se ven sometidos partes del cuerpo. Estos pueden clasificarse en:
- Esfuerzos físicos: implican actividad muscular, estática o dinámica.
- Postura: implica inactividad y forzamiento o tensión muscular.
- Manipulación: implica cautela y más o menos tensión en la masa muscular.
Por su parte, la carga mental es aquella que exige de nuestro espectro psicológico o nivel mental un esfuerzo para realizar efectivamente el trabajo. La carga mental se alimenta de:
- La información que recibimos.
- La complejidad y el tiempo de respuesta.
- Nuestras capacidades individuales.
Una excesiva carga mental puede derivar en fatiga y acarrear la disminución del ritmo de trabajo y el aumento de los errores. La fatiga puede ser instantánea si deriva de un caso puntual y se recupera con una pausa o con el descanso de la jornada laboral. Pero puede ser señal de alarma si se repite y se convierte en irritabilidad, depresión, falta de energía e incluso de voluntad para trabajar, pérdida de apetito y, en general, una serie de síntomas que pueden hacerse crónicos y afectar seriamente al rendimiento del trabajador.
Dentro de la carga mental también podemos incluir la llamada insatisfacción laboral como ejemplo de carga de trabajo. Esta deriva del desapego que empieza a experimentar el trabajador con su puesto, por malas relaciones con compañeros, poca motivación, falta de responsabilidades o exceso de ellas o desacuerdos con el salario. También un trabajador que presenta estas sensaciones tiene cargas de trabajo y merece toda la atención para que mejore su bienestar.
Asignación de las cargas de trabajo
Una buena prevención para evitar la insatisfacción de nuestros trabajadores es realizar una asignación previa de las cargas de trabajo. Para ello, puedes seguir estos consejos:
Gestionar las tareas
Establece una serie de actividades y un tiempo para cada una de ellas con base en su importancia o a su urgencia. Así, el propio trabajador sabe cuándo, cómo y qué debe hacer para no verse saturado desde que comienza su jornada laboral.
Repartir razonadamente las horas de trabajo
El correcto reparto de las horas dedicadas a un proyecto permite una situación que beneficia la productividad, el rendimiento y el bienestar del trabajador, al incidir directamente en la conciliación de la vida familiar con la vida laboral. Se debe trabajar con el concepto de flexibilidad y el de colaboración, en la medida de lo posible, para que la distribución del trabajo sea eficaz y ágil y se consigan resultados mucho más satisfactorios.
Adaptar el equipo de trabajo a la movilidad
Hoy en día es fundamental que podamos repartir las cargas del trabajo de todas las formas posibles y esto implica aliarnos con las nuevas tecnologías para hacerlo. Trabajar desde un lugar que no sea nuestra oficina nos permite repartir el trabajo de una forma cómoda y sencilla, nos da confianza y seguridad y aporta mayor capacidad de organización y distribución.
Visualizar ayuda a producir
No hace falta ser un maestro del big data: puedes valerte de herramientas, programas y software de gestión que permiten realizar un reparto de tareas y controlar todos los datos con un solo vistazo. Así obtendrás un esquema de rendimientos, planificaciones, cuadrantes, que mantendrán al equipo informado, unido y motivado dentro del marco del trabajo global.
Evaluación de cargas de trabajo entre los empleados
La evaluación de cargas de trabajo calcula la cantidad de trabajo que puede asumir un trabajador durante su jornada laboral, sin entorpecer su productividad ni perjudicar su salud mental ni física.
Lo más sencillo para evaluar las cargas de trabajo es dividir las horas totales empleadas en una tarea determinada entre el tiempo total de trabajo que destina a ella. El número resultante es la carga de trabajo para esa tarea. Por eso es normal que en las empresas se cuente con un sistema de control de horario, que permita llevar un registro de la distribución y las horas trabajadas. No obstante, hay varios métodos concretos para valorar la carga de trabajo:
- La Escala de Cooper-Harper, que mide la carga mental sobre la dificultad de las tareas.
- El método de carga de trabajo Swat (Subjetive Assesment Technique): es muy completo, ya que analiza esfuerzo físico, mental, tiempo y hasta posible estrés generado.
- El Task Load Index (NASA – TLX): se centra sobre todo en el esfuerzo mental y anímico.
- El Workload Profile, aún en fase de desarrollo, analiza los recursos necesarios para cumplir una tarea determinada.
La valoración de las cargas de trabajo se realiza para comprobar si los empleados cumplen con los tiempos y las tareas asignadas, así como si están cómodos y satisfechos con las mismas.
Consejos para regular la carga de trabajo
Para conseguir una buena distribución de la carga de trabajo, prueba a seguir los siguientes consejos:
- Individualiza la carga de trabajo según el empleado y sus capacidades.
- Define períodos de descanso y pausas.
- Procura un ambiente confortable, cómodo y ergonómico en cuanto a los posibles ruidos, la iluminación o la temperatura (ruido, iluminación, temperatura, etc.).
- Contempla la posibilidad de aconsejar en nutrición a tus trabajadores: snacks a media mañana, consejos sobre una correcta hidratación…
- Elabora un plan de incentivos laborales.
- Reconoce logros que estimulan al trabajador y lo motivan (vacaciones, días libres).
Sabiendo qué es la carga de trabajo y distribuyéndola con antelación, obtendrás el mejor desempeño de las actividades y, en consecuencia, el mayor beneficio para la productividad de tu empresa. Un ambiente confortable y sano allana el camino al éxito del individuo y del grupo al que pertenece.