
La desmotivación laboral se ha convertido en un importante problema para las empresas. Porque, cuando los empleados no están satisfechos con lo que hacen, o con la forma en la que se trabaja en la organización, son menos productivos. Además, este fenómeno también está detrás de las altas tasas de rotación y de absentismo en muchos negocios.
Entender qué es la desmotivación en el trabajo, y cuáles son las causas que la generan dentro del ámbito industrial, es el primer paso para luchar contra ella.
¿Qué es la desmotivación laboral?
Cuando alguien está desmotivado siente desinterés por lo que hace, y esto es precisamente lo que ocurre cuando se produce en el ámbito laboral.
Se trata de un desinterés progresivo hacia el trabajo y las tareas que forman parte del mismo.
Si un empleado está motivado, se identifica con el propósito de la empresa y da lo mejor de sí para que esta alcance sus metas. Por el contrario, cuando el empleado está desmotivado, no tiene ganas de realizar ningún esfuerzo. No siente interés por los objetivos de la empresa, ni por participar de la consecución de los mismos. Así que se limita a hacer lo mínimo indispensable para no ser despedido.
Con el tiempo, esa sensación de apatía hacia el trabajo llevará al trabajador a faltar más de lo habitual a su puesto de trabajo, e incluso a marcharse a otra empresa. Haciendo crecer los índices de absentismo y de rotación que, en ambos casos, suponen un coste extra que debe asumir el negocio.
¿Cómo podemos detectar desmotivación en los empleados?
La distracción se convierte en algo habitual
Una persona desmotivada tiene poca capacidad de concentración. No tiene interés en lo que hace y, por ello, cualquier cosa puede convertirse en una distracción para ella. De hecho, el empleado desmotivado no solo puede distraerse a sí mismo, también puede interrumpir la concentración de los demás.
Hay muchas manifestaciones de esta distracción: el trabajador alarga sus tiempos de descanso, se entretiene más hablando con los compañeros, tarda más en hacer una tarea, etc.
Dentro del ámbito industrial, esa falta de concentración puede manifestarse, además, en un incremento de los riesgos laborales. Especialmente, si se trabaja con maquinaria o con cargas pesadas.
La iniciativa desaparece
Si un empleado que antes era participativo, y siempre se ofrecía voluntario para ciertas tareas, ha dejado de hacerlo, es síntoma de que ya no está tan involucrado con el proyecto empresarial.
La puntualidad se convierte en un problema
Otro síntoma que demuestra que alguien ya no está comprometido con su puesto es cuando esa persona comienza a llegar tarde de forma sintomática. Esto es señal de que no le importan las consecuencias que esto pueda tener.
Bajada del rendimiento
El empleado desmotivado no suele dejar tareas sin hacer, pero se limita a cumplir con lo mínimo. Lo que quiere es acabar los trabajos pendientes lo antes posible, y por eso no presta la misma atención que antes a la calidad.
Causas frecuentes de la desmotivación laboral
Para saber cómo motivar a un empleado desmotivado, hay que ir a la raíz del problema. Saber cuál es la causa que está generando esa apatía.
La razón que ha llevado a la desmotivación puede ser diferente en cada caso, pero hay una serie de circunstancias que se sabe que pueden desencadenar una situación de este tipo.
Jefes que desmotivan
La actitud del líder con respecto a sus subordinados puede ser una importante fuente de motivación o desmotivación. Si es un jefe que no reconoce el valor de sus empleados, les sobrecarga de trabajo, o no es correcto en el trato personal, lo más probable es que los miembros de su equipo no tarden mucho en mostrar signos de desmotivación.
Tareas muy repetitivas
Aunque la especialización puede llevar a un incremento de la productividad, también puede ser la razón de la desmotivación. Si un empleado tiene que hacer lo mismo día tras día, durante años. Lo más probable es que acabe cansándose.
Para él, su trabajo no supone ningún reto. No hay ninguna diferencia entre una jornada y otra. Así que deja de sentir interés por las tareas que tiene encomendadas.
Ausencia de un plan de carrera
Todos los empleados quieren progresar. Si son conscientes de que dentro de la empresa no hay posibilidades de mejora para ellos, no van a tener ningún incentivo para trabajar más y mejor.
El estancamiento laboral es capaz de acabar con la motivación y la ilusión de los empleados en muy poco tiempo.
Salario bajo
Es cierto que el dinero no es lo único que motiva a una persona, pero cobrar un salario insuficiente es una de las causas más habituales de la insatisfacción laboral.
Ligar la retribución a la productividad, o complementar el salario económico con el emocional, pueden hacer que el trabajador tenga más ganas de dar lo mejor de sí mismo.
Mal clima laboral
El clima laboral es el ambiente que hay en el lugar de trabajo. Cuando la relación entre los compañeros, y entre los diferentes niveles jerárquicos de la empresa, es buena, el clima es positivo e incita a ser más productivo.
Por el contrario, si el clima laboral no es positivo, esto genera emociones negativas en los empleados. Afectándoles a nivel emocional y mental. Situaciones como los conflictos entre compañeros o la llegada de un jefe que no se comporta bien pueden provocar que los empleados pierdan las ganas de trabajar.
Falta de reconocimiento
Para los buenos trabajadores, su trabajo es mucho más que una obligación. Cuando realizan sus tareas de forma efectiva y contribuyen a los buenos resultados de la empresa, desean que se les reconozca por ello.
Todavía hay muchos negocios en los que los empleados son reprendidos (incluso públicamente) cuando hacen algo mal, y en los que no reciben reconocimiento cuando lo hacen bien.
A todo el mundo le gusta saber que es bueno en su trabajo y que su papel en la empresa es importante. Cuando ese reconocimiento no existe, el trabajador no se siente valorado y se desmotiva.
La desmotivación laboral es un fenómeno que puede salirle muy caro a la empresa y que, además, le impedirá atraer nuevo talento. De ahí la importancia de detectar las señales y encontrar las causas que la están generando. Solo así se le puede poner fin de manera eficiente.