¿Cómo garantizar el derecho de desconexión digital a tus empleados?

desconexión digital
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Aunque la generalización del trabajo en remoto ha demostrado que el rendimiento laboral puede ser incluso superior que en una modalidad presencial, en muchas ocasiones esto ha sido posible porque los empleados han trabajado muchas más horas que cuando iban a la oficina. Vamos a analizar la normativa sobre desconexión digital, a quiénes afecta y cómo las empresas pueden velar por el derecho a la desconexión digital de sus empleados.

¿En qué consiste el derecho de desconexión digital?

El entorno laboral español ha adolecido tradicionalmente de una excesiva cultura de la presencialidad. A pesar de que muchas empresas tuvieron a su alcance las herramientas tecnológicas adecuadas, a apenas un 4,8 % de la población activa se le permitía trabajar en remoto hasta 2019, según datos del INE.

Con la llegada de la pandemia de COVID-19, las empresas tuvieron que adoptar medidas a contrarreloj para permitir el teletrabajo de sus empleados. Hoy, casi dos años después, el INE sitúa la proporción de trabajadores en remoto en un 9,4 %, casi el doble que antes de la pandemia.

Sin embargo, estos datos esconden una oscura realidad: jornadas interminables, videollamadas de trabajo en fines de semana, presión para contestar correos y mensajes de WhatsApp a los jefes o compañeros fuera del horario, obligación de estar siempre disponible para atender sus funciones laborales… Fue entonces cuando comenzaron a desdibujarse las líneas que dividían los ámbitos personal y profesional de los trabajadores.

Las vacaciones han de ser un periodo de desconexión; si un empleado no está obligado a trabajar mientras disfruta de sus vacaciones, no debería ser distinto independientemente de si teletrabaja o no. Además, en un panorama de crisis e incertidumbre creciente, muchos empleados tuvieron miedo de perder sus empleos o de ser penalizados por la empresa si no colgaban el cartel de «abierto 24 horas».

El Gobierno de España, para poner coto a estas situaciones, redactó la ley sobre desconexión digital del trabajo. La normativa consiste en el derecho del trabajador a no contestar llamadas telefónicas, mensajes de texto, mensajes instantáneos, videollamadas o correos electrónicos de trabajo fuera del horario de su jornada laboral.

Asimismo, los empleados también se pueden reservar el derecho a apagar sus dispositivos en cualquier momento que no esté comprendido dentro de su horario laboral. El empresario no puede obligar al trabajador a atender comunicaciones de trabajo fuera de su jornada, y el empleado podrá desconectar su ordenador portátil, tableta o móvil de empresa si lo desease.

Con todo ello, se persigue preservar el tiempo de descanso de los empleados (comprendiendo tanto pausas para comer como vacaciones y permisos), separar el ámbito profesional del privado y prevenir la fatiga laboral consecuencia de jornadas de trabajo excesivamente largas.

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¿Cómo se regula la desconexión digital?

El texto de la Ley 10/2021 es lo que conocemos como ley de desconexión digital en España, una normativa que deroga al Real Decreto Ley 28/2020, el cual contenía las disposiciones originales destinadas a regular el trabajo a distancia; antes de la sanción de esta norma, en la Ley Orgánica 3/2018 ya se encontraban regulados los derechos digitales de las personas.

Juntando ambos textos legales, encontramos un marco jurídico que da respuesta al reto de separar trabajo y vida privada; en estas disposiciones se fijan los derechos de los empleados, y se exhorta a las empresas a velar por ellos.

¿A quién se aplica la desconexión digital dentro de una empresa?

El derecho a la desconexión digital se extiende a todos los empleados por cuenta ajena, incluyendo a aquellos que ocupen puestos directivos, y alcanzando también a los trabajadores del sector público.

La modalidad de contratación, la duración del contrato y el régimen (presencial o teletrabajo) son indiferentes para aplicar esta norma, por lo cual no ha de entenderse como un derecho exclusivo de los empleados que trabajen en remoto.

Esto significa que los trabajadores comprendidos en los colectivos mencionados no solo tendrán derecho a la desconexión si teletrabajan más o menos días, o si directamente tienen que acudir siempre al centro de trabajo. Aunque ambos textos legales conformen de forma conjunta un marco más beneficioso para quienes trabajen en remoto, no es necesario teletrabajar para acogerse al derecho de desconexión digital.

Además, este marco jurídico prohíbe expresamente a los empresarios tratar de comunicarse con sus empleados fuera de sus horarios. Lo que se pretende lograr es preservar el derecho de la plantilla a no responder a ninguna comunicación relacionada con el trabajo en un horario distinto al de sus jornadas.

En caso de que el empleador vulnere el derecho a la desconexión de sus empleados, podrá exponerse a sanciones por parte de la ITSS (Inspección de Trabajo y Seguridad Social), las cuales podrían ir desde graves hasta muy graves, dependiendo de la reiteración; además, los trabajadores que hayan sido sancionados por sus empleadores al haber hecho uso de su derecho a la desconexión podrán impugnar dicha sanción en un plazo de 20 días.

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Claves para garantizar la desconexión digital de los trabajadores

  1. Marcar horas límite para las comunicaciones. La empresa puede fijar un horario por encima del cual nadie trate de enviar comunicaciones a otros compañeros, posponiendo dichos intentos al inicio de la jornada siguiente.
  2. Concretar las reuniones. Para que las reuniones no se alarguen más de la cuenta e invadan los tiempos de descanso, recomendamos que se trabaje en la duración y la temática de los encuentros.
  3. Priorizar tareas. Los responsables de la empresa deberán discriminar entre las tareas realmente importantes y las urgentes, y ayudar a sus empleados a que prioricen en cada caso para optimizar su tiempo y no verse obligados a trabajar más allá de su horario.
  4. Incluir la conciliación en la cultura corporativa. Solo impregnando la cultura empresarial de un clima donde se respeten los tiempos de descanso se conseguirá una desconexión digital efectiva; no olvidemos que las empresas son quienes tienen la responsabilidad de respetar este derecho.

Aplicar y fomentar la desconexión digital significa cuidar de los trabajadores e invertir en su bienestar, aparte de ser un derecho recogido como tal en nuestras leyes que el empleador deba respetar.

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