La igualdad de género en las empresas no solo es una exigencia legal, es un valor que cada vez más compañías persiguen de forma voluntaria. Conscientes de que la verdadera equidad entre hombres y mujeres solo es posible si se da en todos los ámbitos de la vida, siendo el trabajo uno de los más importantes.
Aunque en los últimos años se han conseguido avances, todavía queda mucho camino por recorrer. Muchas mujeres siguen sin poder romper el denominado “techo de cristal” para acceder a los puestos de responsabilidad. Y persisten sectores en los que la presencia femenina es menor a la masculina, como ocurre en el sector industrial. Si bien es cierto que el cambio de paradigma ya es apreciable.
Igualdad entre mujeres y hombres en el trabajo
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se ha marcado como uno de sus objetivos conseguir la igualdad de género en el trabajo. Que hombres y mujeres puedan acceder de forma igualitaria a puestos que estén bien remunerados, en un contexto de libertad y seguridad.
A nivel europeo, la Comisión tiene un especial interés en este asunto, muy especialmente en todo lo relativo a la brecha salarial. Para acabar con ella, ha puesto en marcha diferentes iniciativas como el fomento del diálogo entre los agentes sociales, el desarrollo de nuevas herramientas para medir las diferencias de retribución, o la necesidad de los Estados miembros de desarrollar una legislación que promueva los planes de igualdad.
En el caso concreto de España, el artículo 14 de la Constitución reconoce la igualdad y prohíbe de forma expresa la discriminación por género. Para dar desarrollo a la Carta Magna, en los últimos años se han elaborado leyes específicas orientadas a conseguir la igualdad en el ámbito laboral.
Un ejemplo es la Ley Orgánica 3/2007, que promueve la igualdad efectiva entre ambos géneros y regula la aprobación de políticas activas para conseguirlo. También está la Orden APU/526/2005, que hace referencia al principio de igualdad de oportunidades en el acceso a la función pública.
La desigualdad sigue siendo una realidad
A pesar de los esfuerzos realizados a nivel internacional y nacional, lo cierto es que la igualdad de género en las empresas, y en la sociedad en general, sigue siendo un objetivo que no termina de alcanzarse.
El estudio “Mujeres y Hombres en España”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, ha puesto de relieve varios aspectos en los que sigue sin haber equidad.
Estudios
El porcentaje de mujeres que superan las pruebas de acceso a la universidad en España está cerca del 60%, mientras que en el caso de los hombres ese porcentaje se reduce a un 41 %. De las que llegan a la universidad, un 82% finalizan con éxito sus estudios. Entre el género masculino el porcentaje de aprobados es de un 72%.
Aunque las mujeres españolas están más formadas que los hombres, su presencia en los puestos de responsabilidad sigue siendo menor y, además, se ven afectadas por la brecha salarial. Es decir, que un hombre con menos formación puede conseguir más reconocimiento laboral que ellas.
Empleo
La igualdad de género en las empresas puede medirse fácilmente a través de las tablas de retribuciones. Estos datos demuestran que, de media, el salario de una mujer es un 22,7% más bajo que el de un hombre. Algo que afecta también a las pensiones de jubilación.
Por lo que respecta a la tasa de empleo, es superior entre los hombres. Lo cual quiere decir que estos lo tienen más fácil a la hora de encontrar trabajo.
Este estudio también demuestra desigualdades que dejan a la mujer en una posición de inferioridad en lo que respecta a la conciliación, el trabajo doméstico y su presencia en el poder.
La igualdad de género en los procesos de selección de empresas
Cuando se trata de aprender cómo fomentar la equidad de género en el trabajo, un buen primer paso es empezar con un proceso de selección que sea lo más igualitario posible. Tanto si la empresa aborda los procesos de reclutamiento, como si los deja en manos de expertos como Cono Consultores, debe asegurarse de que el proceso está libre de prejuicios sexistas.
Sensibilización
Es imprescindible que todos aquellos profesionales que intervengan en la selección estén sensibilizados sobre la importancia de respetar la igualdad de género. Por eso, los especialistas no solo deben saber cómo se realiza el proceso de selección de personal, sino que deben recibir formación especializada que les ayude a evitar y vencer sus propios estereotipos de género.
Definir de forma neutra el puesto de trabajo
Al establecer cuáles son las tareas del puesto de trabajo a cubrir, y los requisitos que sería deseable que cumpliera el candidato, no se deben asociar nunca estos parámetros con un determinado género.
El objetivo es que quede un puesto de trabajo lo más neutro posible. Que pueda ser ocupado igualmente por un hombre o una mujer.
Redacción neutra e inclusiva del anuncio
El anuncio de la oferta de trabajo debe usar un lenguaje neutro, de forma que tanto hombres como mujeres sientan que pueden participar en el proceso de selección. Por ejemplo, en el sector industrial, en lugar de publicar un anuncio buscando “operarios”, es mejor indicar que se requieren “operarios y operarias”.
Hacer un análisis ciego de los currículums
Muchas empresas reciben ya la información de los candidatos a través de un formulario estandarizado que sistematiza los datos más importantes y, en ningún caso, hace referencia al género de la persona interesada en el puesto a cubrir.
Este análisis ciego es de gran ayuda a la hora de evitar una selección estereotipada o cargada de prejuicios de género. También puede ser de utilidad que el equipo de reclutadores sea mixto.
La igualdad de género en las empresas es uno de los retos más importantes de los últimos tiempos, y es fundamental alcanzar el objetivo lo antes posible. Cuanto más neutro sea el proceso de selección, más cerca estará la compañía de ser una de las pioneras en la equidad de género.
