La metodología Agile en RR. HH. constituye un cambio de paradigma a la hora de abordar proyectos corporativos, un cambio basado en la prevalencia de la productividad sobre la rigidez de los procedimientos o jerarquías. Vamos a analizar en qué consiste esta nueva forma de hacer las cosas, y en qué medida RR. HH. puede ayudar a implantar Agile en la empresa.
¿Qué es la metodología Agile en RR. HH.?
Agile consiste en la prevalencia de los resultados sobre la burocracia y los procedimientos, dando más importancia al empleado en sí mismo que a la propia jerarquía corporativa. Se persigue obtener mejores resultados a menor coste contando con la implicación de los trabajadores, aunque quizá estos tengan que asumir roles distintos a los habituales.
Agile también comprende un modelo de mejora continua basado en la subdivisión de los proyectos en tareas cuyos plazos de entrega son más cortos. Se pone el foco en la productividad a corto plazo, y predomina el factor humano sobre la complejidad estructural que, aunque se siga considerando necesaria, puede tornarse una traba potencial si penaliza la productividad individual y colectiva.
La idea, como dijimos, es dividir los proyectos en tareas más pequeñas cuya entrega se realiza cada poco tiempo; estas entregas parciales sirven tanto para el seguimiento del proyecto como de punto de evaluación de las subsiguientes tareas. De este modo se gana en eficacia y se acortan los tiempos de entrega, con los empleados tomando un papel protagonista.
El paradigma Agile empresarial se articula sobre dos premisas esenciales: modificar la gestión de los equipos y transformar la manera de trabajar de la empresa. Por lo tanto:
- Es posible que se alteren los roles de los empleados para incrementar la eficiencia en el transcurso del proyecto, por lo que se recomienda que la empresa ayude a los trabajadores en ese cambio de funciones para evitar que pierdan efectividad. El riesgo de que su rendimiento se resienta es lógico, puesto que estos podrían tener que emprender tareas que se salgan de sus áreas de especialización, y puede que hasta de sus conocimientos.
- Los empleados deben ser conocedores de los beneficios de aplicar la metodología Agile. Se trata de promover su implicación, no de fomentar su rechazo a emprender funciones a las que normalmente no están acostumbrados a enfrentarse, o a trabajar en un entorno donde el organigrama tradicional tenga menos peso que el desempeño individual.
El papel de Recursos Humanos es crucial en este sentido, ya que es inevitable que surjan inseguridades y expectativas entre los miembros de la plantilla. La misión de RR. HH. es servir de ayuda para canalizar los esfuerzos y los conocimientos de los trabajadores en el objetivo común de sacar adelante el proyecto.
Para ello, será necesario dotar a los empleados de todos los medios que necesiten para adaptarse a estos cambios: herramientas, formación, motivación… Sin la cooperación de los empleados, los proyectos no podrán ser abordados bajo las premisas de Agile.
¿Por qué deberías conocer la metodología Agile?
1. Porque las personas son quienes forman las empresas, y no al contrario. Cuando los empleados se involucran, es más fácil que orienten sus esfuerzos a lograr los objetivos que se les marcan.
2. Porque la orientación a resultados se traduce en una mayor productividad: se optimizan los recursos y el tiempo, y es más fácil conseguir los objetivos.
3. Porque ganar en productividad significa mejorar la competitividad y la reputación de la organización en el mercado.
¿Cómo aplicar la metodología Agile en recursos humanos?
Identificar los puntos débiles de la organización
Se deben reorganizar los departamentos según las competencias de cada empleado para encontrar el punto de máxima productividad; también de cara a posibles contrataciones futuras, que encajen y se adapten lo mejor posible a las nuevas estructuras. Adquieren una relevancia especial las técnicas de motivación laboral, y los procesos de onboarding de nuevas incorporaciones.
Fomentar la flexibilidad
Agile es sinónimo de flexibilidad, de dejar atrás viejas jerarquías y burocracias que, a pesar de haberse establecido con buen criterio, no deben nunca prevalecer sobre el resultado final del trabajo.
Se trata de simplificar y flexibilizar los procedimientos, en cuanto a horarios, presencias y requisitos; no tanto de prescindir sistemáticamente de ellos, sino de tolerar cierta holgura, de modo que sean estos quienes estén a disposición de los empleados y no al revés.
Si este cambio de paradigma sugiriese nuevas necesidades entre el personal, es el momento de que RR. HH. interceda e implante aquellas medidas que mejor favorezcan la cooperación y la motivación laboral, como planes de formación sobre competencias técnicas y soft skills.
Crear un entorno de trabajo positivo
En un clima laboral favorable se dan las condiciones necesarias de implicación y cooperación de la plantilla, independientemente de su posición en la jerarquía o de sus roles predeterminados.
Si no se es capaz de construir este tipo de entorno, será muy difícil que los empleados se involucren en la medida que la empresa necesita, y el resultado podría acabar siendo, en último término, una mayor tasa de rotación laboral, fruto de la insatisfacción de ciertos miembros de la plantilla.
Promover una comunicación constante
Los mejores resultados del trabajo en equipo siempre se consiguen cuando la confianza mutua está en el centro de las relaciones laborales. Dicha confianza es fruto siempre de una comunicación fluida entre los integrantes de los equipos, algo que se consigue fácilmente cuando se programan reuniones de seguimiento frecuentes, pero no por ello inamovibles, porque sería una práctica incoherente con respecto al concepto Agile.
Nuevamente, RR. HH. tiene la respuesta: implantar técnicas de motivación y cohesión entre los empleados, basándose en el teambuilding y en el feedback. Se trata de crear un entorno donde todos pueden ser escuchados y tenidos en cuenta, sin que pese tanto su posición en la empresa como la aportación efectiva que pueden realizar.
Qué es la comunicación interna en una empresa: consejos para mejorarla
La metodología Agile, en recursos humanos, implica construir estrategias productivas sobre la experiencia del empleado para que las empresas tengan éxito; por lo tanto, los beneficios de la metodología Agile en RR. HH. son innegables, y acentúan la importancia de este departamento en la consecución del éxito de la compañía. Aplicando la flexibilidad necesaria a las tareas y poniendo en un lugar central la experiencia del empleado, se consigue involucrar a la plantilla y orientar sus esfuerzos para ser más productivos y cooperar en el proyecto común.
