Contar con trabajadores motivados es beneficioso en cualquier tipo de empresa. No obstante, en las empresas de hostelería y del sector HORECA, donde gran parte de la plantilla trabaja cara al público, es crucial. Esto es porque los trabajadores tienen contacto directo con los clientes, quienes, consciente o inconscientemente, tendrán en cuenta su actitud a la hora de valorar el servicio recibido. En este sector, el buen hacer de la plantilla es nuestra mejor carta de presentación y, para sacar lo mejor de nuestro personal, debemos mantener su motivación.
Por ello, a continuación, vamos a hacer un pequeño recorrido por los entresijos de la motivación laboral.
¿Qué es la motivación laboral?
Antes de adentrarnos en el análisis de las distintas técnicas de motivación laboral, es necesario saber a qué nos referimos. Se trataría de la capacidad de una empresa para alcanzar y mantener la implicación de sus trabajadores para conseguir su máximo rendimiento y los objetivos empresariales. En otras palabras: consiste en la habilidad para dirigir y mantener la conducta de un empleado hacia un objetivo determinado.
En cierto modo, lo que se pretende es que nuestros empleados trabajen con la ilusión de alcanzar los objetivos empresariales en lugar de cumplir las tareas que se le encomiendan con resignación o monotonía, incluso por miedo a las represalias o consecuencias de no cumplirlas.
El trabajo desde la motivación favorecerá el rendimiento y también la creatividad del empleado y con ello su productividad, lo cual repercutirá directamente en la productividad de la empresa.
Técnicas de motivación laboral
Ante todo debemos tener en cuenta que no se trata de un esquema rígido o cerrado, sino que hay diversas formas de motivar a los trabajadores y que, en muchos casos, dependerá de las características de cada puesto o cada trabajador el que una fórmula resulte más o menos adecuada. Por ello vamos a enumerar una serie de técnicas, pero que en ningún caso deben considerarse excluyentes de otras que al empresario se le puedan ocurrir.
Integración de los empleados en la empresa
Evitar el aislamiento de las tareas individuales es clave para que el empleado se sienta una parte imprescindible del engranaje que hace funcionar la empresa. La conexión entre los distintos departamentos y la visualización por parte de los trabajadores de que su trabajo es necesario para lograr los objetivos de la empresa, favorece la motivación del trabajador, quien pasará a sentirse parte importante y valiosa para alcanzar unos fines más allá de su rutinaria tarea diaria. En este sentido, es aconsejable también crear una cultura de empresa y transmitirla correctamente a la plantilla, de modo que todos los empleados remen en la misma dirección, así como compartir con los trabajadores los avances de cara a la consecución de los objetivos.
Establecimiento de objetivos claros
A grandes rasgos, esta técnica consistiría en establecer una serie de metas en un período de tiempo a cumplir por cada empleado y por toda la empresa, de modo que todos puedan ver hacia dónde caminan y hacia dónde se dirige la empresa, motivándolos continuamente para alcanzar un nuevo objetivo.
En conexión con el apartado anterior, es fundamental que cada trabajador sepa lo que tiene que hacer. Primero, debe saber cuál es su objetivo personal, pero también es necesario que conozca las metas empresariales. Esto favorece que el trabajador no se sienta perdido o sin saber cómo cumplir con sus tareas. Así, por ejemplo, si tenemos a un camarero esforzándose al máximo en ofrecer el menú más caro a los clientes, y al final del día recibe una reprimenda porque lo que se esperaba de él era que vendiera mucho vino, el trabajador, después de haber realizado un gran esfuerzo en un sentido, se sentirá frustrado al haberse esforzado en vano. En cambio, si a primera hora de su jornada hubiese sido informado de los objetivos, podría no solo haber centrado sus esfuerzos en los fines de la empresa, sino también sentirse realizado al poder cumplir el objetivo, o poder observar una mejoría diaria.
Reconocimiento
Todo trabajador necesita saber que su empresario valora y reconoce su trabajo. No es suficiente con ver que se ha alcanzado el objetivo y que mañana tendrá uno nuevo, sino que es preciso que, de la misma manera que se señalan los errores y los fallos, o incluso con más vehemencia, se señalen los aciertos, el esfuerzo, el interés y la dedicación de cada trabajador.
Condiciones de trabajo
Desde el habitáculo de trabajo, hasta los vestuarios o la sala de descanso, el ambiente entre compañeros, la confianza para expresar al superior nuestras necesidades, el salario, el horario, la flexibilidad… todo cuenta a la hora de que un trabajador se sienta cómodo en su puesto. A veces algo tan sencillo como pintar una sala de descanso de un color claro y mantener una higiene adecuada puede repercutir en la motivación de los trabajadores.
Formación y adecuación
Este es uno de los aspectos clave para mantener la motivación de nuestros empleados. Un trabajador ejerciendo tareas para las que no está preparado difícilmente alcanzará la motivación.
Formación para los trabajadores
Como hemos visto en el apartado anterior, la formación de trabajadores es muy importante para alcanzar su motivación. El primer paso es conseguir que todo trabajador cuente con los conocimientos y habilidades suficientes para desempeñar sus tareas. Así, por ejemplo, si queremos premiar a nuestro mejor camarero por su desempeño y trayectoria y lo ascendemos a un puesto en el que tenga personas a su cargo, debemos formarlo previamente en dirección de personas si no queremos que lo que inicialmente era un premio a su buen hacer, se convierta en un castigo y termine por frustrarlo y desmotivarlo.
Sin embargo, un recepcionista deberá contar con unos conocimientos básicos en atención al público, además de conocer técnicas de organización. Pero también ha de tenerse en cuenta que realizar una formación sobre aspectos que el trabajador ya domine puede resultar inútil. Por ello es importante estudiar y programar una formación personalizada según las necesidades de cada individuo y puesto de trabajo, para lo que hay que llegar a un conocimiento de nuestra plantilla.
No obstante, la formación de trabajadores no debe limitarse a una adecuación inicial a su puesto de trabajo, sino que es necesario un reciclaje y una adaptación constante a las nuevas circunstancias
del sector.
Ante todo hemos de tener en cuenta que la motivación laboral es un aspecto que conviene cuidar, por cuanto puede aumentar el rendimiento empresarial y, con él, su beneficio. No obstante, sus resultados no se ven de inmediato, y es un trabajo a largo plazo, por lo que no debemos rendirnos y hemos de ser pacientes. Además, es un tema complejo, por lo que en todo caso es recomendable dejarse asesorar por expertos en la materia.